PSOE

Los críticos de Lambán y Puig logran el aval de Sánchez para forzar sus relevos en Aragón y Valencia

Lambán, Puig
El presidente de Aragón, Javier Lambán, y el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig.
Joan Guirado

Tras las elecciones del 23 de julio que perdió el PSOE, y a falta de ver si Pedro Sánchez será capaz de formar Gobierno o no antes del 27 de noviembre -fecha en la que de no producirse una investidura efectiva se disolverían las Cortes-, en el Partido Socialista se avecinan tiempos de cambios. Y Javier Lambán y Ximo Puig tienen todas las papeletas para ser los primeros en verse obligados a moverse. Tras la debacle en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, que dejó a los socialistas sin gran parte del poder territorial que ostentaban, el 23J se vio como una meta volante que había que superar sin ruido para no afectar a los intereses de un Sánchez que ahora apoya estos movimientos de renovación orgánica.

Ya pasadas las generales, los críticos con algunos ex presidentes regionales propician la convocatoria de congresos extraordinarios en las distintas federaciones. Y como mínimo en dos de ellas, Aragón y la Comunidad Valenciana, ya hay actividad nada soterrada para poner fin a las etapas de Lambán y Puig, respectivamente. El liderazgo de ambos ya venía siendo cuestionado desde hace meses en sus territorios. Además tanto uno como otro se habían ido distanciando de Sánchez, que sin el poder que ostentaban ya no les protege.

Aragón

En este caso la disputa está entre la federación aragonesa y Ferraz, muy contrarios a Lambán, y el núcleo duro del ya ex presidente del Gobierno autonómico. Los primeros, a las órdenes de Sánchez, apoyan que sea la actual portavoz de la Ejecutiva Federal y ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, la que releve a Javier Lambán al frente del PSOE de Aragón. Los segundos, con el aval del líder y la dirección del partido en la región, apuestan por la ex consejera de Presidencia Maite Pérez.

La celebración de forma improvisada de un mitin el último lunes de campaña en Huesca con Sánchez y al que no se invitó a Lambán, evidenció las tensiones existentes en esta comunidad. Aunque la falta de un líder claro en esta provincia, tras muchos años con Miguel Gracia al frente, deja sin opciones cualquier nombre que puedan proponer. Ni el partido en Huesca ni Ferraz invitaron al secretario general aragonés al acto. El presidente del Gobierno autonómico en funciones sin embargo se presentó, pero ni intervino ni aplaudió ni se saludó con Sánchez. Se fue antes de que el candidato a la Presidencia del Gobierno acabase su discurso.

Antes que Alegría, que en las primarias socialistas ejerció de portavoz de la candidatura de Susana Díaz, Sánchez apostó por atacar a Lambán con la diputada Susana Sumelzo. De la misma localidad que el barón, Ejea de los Caballeros. Como con Alegría, Javier Lambán fue también su valedor personal.

Comunidad Valenciana

En el PSOE valenciano existen actualmente varias luchas internas, sólo soterradas por la necesidad acuciante de Pedro Sánchez de revalidar su continuidad en Moncloa con una negociación endiablada. Por un lado, Ximo Puig -que hace un mes perdió la Presidencia de la Generalitat- ha acaparado la jefatura del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas, se ha autonombrado senador territorial y acaba de elegir a dedo a dos asesores que le pertenecen según el estatuto de ex presidentes.

Por otra parte, Puig ha designado para la vicepresidencia primera de las Cortes Valencianas a Gabriela Bravo, ex consejera de Justicia y su pareja sentimental, pero que no es militante. Y a todo ello se suma que precisamente por las maniobras de Ximo Puig, el ex presidente de la Diputación de Valencia y ex socialista Jorge Rodríguez ha rechazado pactar el Gobierno de esa institución con el barón emergente: Carlos Fernández Bielsa. Por tanto, mientras Puig acumula cargos, muchos socialistas se han quedado literalmente en la calle tras el 28M.

Por contra, Ximo Puig sabe que con Sánchez sus horas políticas están contadas. Fue la Ejecutiva de Sánchez la que modificó los cambios que previamente el ex president había hecho en las listas para las elecciones generales. Puig había corregido las que Bielsa y el alicantino Alejandro Soler le habían trasladado. Pero no es sólo eso. La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Alicante y ex consejera de Sanidad, Ana Barceló, ha nombrado los puestos de asesores con que cuenta el grupo socialista, ignorando los que tenían el beneplácito de la dirección local. Barceló es próxima a Puig y la dirección de Alicante es ahora próxima al sector sanchista, al igual que la provincial.

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